La Reverenda Madre María Teresa de la Cruz de Cristo o.s.a., Priora, Fundadora del Monasterio de Manila – Filipinas
Queridos hermanos y hermanas en Cristo:
Para todos vosotros nuestro saludo más afectuoso. Sed bienvenidos a nuestro ángulo de paraíso. Agradezcamos juntos al Señor, porque a través de Internet nos ofrece la feliz oportunidad de estar cercanos a vosotros, en la alegría y fraternidad.
A todos aquellos que tienen la gentileza de visitar este sitio, un «gracias de corazón » por la benevolencia. Somos una comunidad de monjas de votos solemnes, dedicadas a la vida contemplativa, pertenecientes a la Orden de la Santísima Anunciación, las «Monjas Celestes», denominadas también «Turquesas» por el hábito del color del cielo, presentes en Roma desde 1676, formada por trece monjas provenientes de diversos países: Italia, Francia, España, Portugal, y Filipinas, tenemos también desde 1995, una fundación en Manila, en las Filipinas.
Una presencia que aquí en Roma, en el centro de la cristianidad, en una metrópoli hoy en día que no está exenta de problemas materiales y espirituales, quiere ser testigo del Amor de Cristo, el Verbo Encarnado, que ha venido al mundo para decirnos que nuestra fuerza es el Amor.
En su Encíclica «Deus caritas est» el Sumo Pontífice Benedicto XVI, nos habla de la unidad del Amor en la creación y en la historia de la salvación, y Jesús, el Verbo de Dios nos enseña a amar a nuestros hermanos.
El mundo, se dice, que hoy no es capaz de comprender el significado de una elección de vida como la nuestra, que promete todo lo contrario de las gratificaciones que nuestra sociedad parece ofrecer a una chica joven: carrera brillante, una familia, posibilidad de total realización en el trabajo; pero, ¿qué es lo que nos ha llevado a retirarnos en un Monasterio? …¿Cuál es nuestro secreto?. ¿Queréis saberlo queridos hermanos y hermanas?. Es el Amor, aquel Amor que se escribe con la letra «A» mayúscula. Un paso de cualidad, una opción vital… «un matrimonio con suceso»… y esto, porque el «Esposo es Jesucristo»… y nosotros vivimos una dimensión del Amor matrimonial verdaderamente particular, porque vivimos con Él, en Él y por Él… con María la Madre del Verbo, la Virgen de la Anunciación.
Una especial devoción al Verbo Encarnado, es parte de nuestro carisma, manifestada en los nueve meses que preceden el Nacimiento del Señor, existen luego otras prácticas intensas de piedad como las de las nueve semanas anteriores a la Santa Navidad, la misma Novena Solemne de Navidad y toda una vida vivida recoleta con Cristo en Dios, en la alegría por la venida del Señor entre nosotros.
Separadas del mundo; pero, nuestro corazón estará siempre abierto a todos vosotros, queridísimos hermanos en Cristo. Nuestra vida monástica, lejos de ser un refugio para mujeres frustradas, como muchos piensan, es una elección v ital, llena de significado. Tenemos entre nosotras hermanas de diferentes ámbitos sociales, incluso de nobles orígenes, que han encontrado en Cristo, el «Gran Amor».
Será para nosotras una alegría estar en comunión con vosotros para un intercambio de ideas, informaciones y comentarios sobre nuestro carisma vocacional y nuestro testimonio de vida para el hombre de hoy.
Os abrazamos en Cristo, Verbo de Dios hecho hombre.
La Reverenda Madre Priora y Comunidad Monástica